Crisis de gota:
Después de iniciado el tratamiento con febuxostat, se observa frecuentemente un aumento de ataques de gota debido a la reducción de los niveles séricos de ácido úrico resultante en la movilización de urato de los depósitos tisulares. Con el fin de prevenirlos se recomienda un tratamiento profiláctico concominante con un NSAID o colchicina. Trastornos cardiovasculares: El tratamiento con febuxostat en pacientes con cardiopatía isquémica o insuficiencia cardíaca congestiva no es recomendable. Deposición de xantina: Al igual que con otros medicamentos reductores de urato, en pacientes en los que la tasa de la formación de ácido úrico es mucho mayor (por ejemplo, en el síndrome Lesch-Nyhan y su tratamiento), la concentración absoluta de xantina en la orina podría, en casos raros, aumentar lo suficiente como para permitir la deposición en el tracto urinario. Como no ha habido ninguna experiencia con febuxostat, su uso en estas poblaciones no es recomendable. Trastornos hepáticos: Durante los ensayos de fase 3, anormalidades leves del hígado en las pruebas de función hepática fueron observadas en pacientes tratados con febuxostat (3,5%). Se recomiendan pruebas de función hepática antes de iniciar el tratamiento con febuxostat y periódicamente según el criterio clínico. Trastornos tiroideos: El aumento de los valores de TSH (>5,5 uUI/ml) se observaron en pacientes en tratamiento a largo plazo con febuxostat. Se requiere precaución con el uso de febuxostat en pacientes con alteraciones de la función tiroidea.