Ocasionalmente la administración de Oxitocina durante el parto se ha asociado a náuseas, vómitos y contracciones ventricular prematuras, se ha descrito que produce bradicardia fetal, ictericia neonatal, hemorragia post parto, arritmias cardíacas y rara vez afibrinogenemia, aumento de la pérdida sanguínea y hematoma pelviano. Una dosificación o administración excesiva de Oxitocina a pacientes hipersensibles puede causar hipertonia uterina con contracciones espasmódicas y tetánicas lo que puede ocasionar ruptura uterina, laceraciones cervicales, abruptio placentae, alteración del fujo sanguineo uterino y algunos traumas fetales. Debido a su ligero efecto antidiurético, la administración intravenosa prolongada de Oxitocina (generalmente a dosis de 40 a 50 milunidades o más por minuto) junto con grandes cantidades de líquido puede producir intoxicación acuosa severa con posible muerte materna debido a episodios hipertensivos y hemorragia subaracnoidea.