Generalmente son bien tolerados; pero ocasionalmente puede presentar mareos, exantema cutáneo, hipotensión ortostática, cefalalea, molestias gastrointestinales, calambres, mialgias, congestión nasal, hipotensión arterial, hiperpotasemia, valores elevados de enzimas hepáticas (que se normalizan al suspender el tratamiento).
En ocasiones se ha observado fatiga, náuseas, rubor, vértigo o edema, todos de leve intensidad y reversibles tras la suspensión de la medicación.
A diferencia de lo que ocurre con los IECA (inhibidores de la enzima convertidota de angiotensina) la incidencia de tos seca y angioedema es menor.