La Azitromicina es bien tolerada con una baja incidencia de efectos adversos. La mayoría de los efectos adversos observados fueron leves a moderados. En un total de 0.3% de pacientes, la administración debió suspenderse debido a los efectos adversos. La mayoria de estos fueron de origen gastointestinal, con diarrea y deposiciones blandas, malestar abdominal (dolor/calambres), náuseas, vómitos y flatulencias.