Son de incidencia más frecuente: fotosensibilidad, rash cutáneo y prurito. En raras ocasiones: dolor articular y muscular, fiebre, hemorragias o hematomas no habituales, cansancio o debilidad no habituales. Requerirán atención médica de persistir los siguientes signos y síntomas: cefaleas, mareos, diarrea, anorexia, náuseas y vómitos.